Patrimonio Religioso
La comuna de Ovalle se caracteriza por su patrimonio religioso, expresado en la arquitectura de sus templos como también en las manifestaciones de devoción y religiosidad de sus habitantes.
Entre sus templos tenemos vario edificios notables, pero sólo dos de ellos ostentan la categoría de Monumento Histórico Nacional. Ellos son: el templo parroquial de Sotaquí y la Iglesia de San Antonio del pueblo de Barraza.
Otros templos de valor patrimonial son la Iglesia de San Vicente Ferrer (1874) La Iglesia del Corazón de María (1923) La capilla de San Juan Bautista y la iglesia del Divino Salvador (1958), todos ellos se encuentran en la ciudad de Ovalle. Fuera de ella en los sectores rurales tenemos: la capilla de Limarí (1648), La Iglesia de Huamalata (1855), La Iglesia de La Torre (1870) La Iglesia de Sotaquí (1886), La Iglesia de Panulcillo (1890) y la Iglesia de San Francisco de Recoleta (1903).
En cuanto al patrimonio inmaterial este se manifiesta en las fiestas religiosas que tiene cada pueblo de la comuna, entre las más importantes se encuentran la del Niño Dios de Sotaquí que convoca a más de 50 mil personas, la de La Virgen del Carmen de Huamalata y la de San Antonio del pueblo de Barraza.
Asociado a las fiestas se encuentran los bailes tradicionales de chinos, danzantes y turbantes. En nuestra comuna existe un baile chino de antigua data que es el baile tamayino Nº 2, asociado en su origen al auge de la explotación del mineral de Tamaya.
En cuanto a la religiosidad urbana esta se expresa en los bailes de instrumento grueso y en la práctica de devoción a través de mandas individuales a distintos santos del santoral católico que se encuentran en los distintos templos de la ciudad, entre ellos el padre Alberto Hurtado, Santa Teresa de Los Andes, El Padre Pío, San Expedito entre otros.